martes, 3 de agosto de 2010

Velázquez en 120 palabras


Velázquez elimina lo innecesario para conseguir un realismo visual y no táctil: una descripción no minuciosa en la cual se diluye la línea a través de pinceladas muy libres aplicadas con un virtuosismo no ostentoso. Así, concilia el verismo más concreto con las formas más abstractas y emancipadas. Ello se alía a una conciencia de la metapintura. No existe en su obra el patetismo, sino una humanidad directa y concreta, a veces captada en «instantáneas» congeladas. Todo lo permea un general sentimiento de modestia, móvil de todo su arte. Y en el fondo hay un sentimiento de la nobleza del Arte de la Pintura.

Desarrolla un naturalismo por la economía.

En Velázquez, las personas y las cosas se limitan a ser.






.

No hay comentarios:

Publicar un comentario